La osteopatía es una disciplina terapéutica y un conjunto de conocimientos específicos basados en la anatomía y fisiología del cuerpo humano, el conocimiento de la intervención de diferentes tejidos en la lesión y la aplicación de técnicas de normalización de las funciones alteradas. Entre sus diferentes aplicaciones se encuentran:
- Estructural: está enfocada al tratamiento del aparato músculo-esquelético. Entre sus fines está el de restablecer la movilidad, disminuir el malestar y mantener la elasticidad. Su aplicación es indolora, precisa y específica para el paciente y su patología. Es beneficiosa para dolores musculares y óseos, trastornos respiratorios, trastornos circulatorios, trastornos hepáticos o estrés muscular. En definitiva, la osteopatía estructural dota de importancia a la interdependencia entre la estructura del cuerpo y su función.
- Visceral: determinadas dolencias tienen su origen en las vísceras, por lo que este tipo de osteopatía se encarga de valorar el movimiento de cada una de ellas, su calidad y su movilidad. La osteopatía visceral trabaja para eliminar la rigidez y mejorar la movilidad y motilidad visceral al mismo tiempo que ayuda a su vascularización.
- Craneal: la osteopatía craneal puede convertirse en la aliada de personas que sufren malestar de espalda, dolores de cabeza, vértigos, estrés, migrañas o problemas en la mandíbula. Sus técnicas son sutiles y tienen como fin restaurar la circulación vascular y nerviosa, normalizar el ritmo del movimiento respiratorio primario y recuperar la movilidad de los huesos. Es capaz de activar el proceso de autocuración del cuerpo.
Por otro lado, otra opción de tratamiento es la osteopatía pediátrica. Durante los primeros meses de vida es común que el bebé presente cólicos del lactante, plagiocefalia o bronquilitis. Con este tratamiento se les puede ayudar considerablemente a solucionar estos problemas, ya que es totalmente seguro y sin riesgo y busca el equilibrio de los sistemas que se encuentren alterados durante el desarrollo fisiológico tanto motor como sensitivo. Además, es compatible con cualquier tratamiento médico y farmacológico paralelo que esté realizando el paciente.
Como se observa, esta disciplina y sus técnicas no intrusivas son beneficiosas para diversas patologías. El profesional osteópata, que en España debe ser titulado en fisioterapia, es capaz de determinar el estado del paciente tras realizar una exploración para conocer cuál es su condición y, de esta forma, aplicar el método que sea más adecuado. La osteopatía es un camino hacia la recuperación.
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