Más horas de sueño, pero de peor calidad. Eso es lo que, según dos estudios publicados en la revista ‘Current Biology’, nos ha traído el confinamiento en lo que a nuestro descanso se refiere.
Uno de los estudios, denominado ‘Effects of the COVID-19 lockdown on human sleep and rest-activity rhythms’, analiza los efectos de la fase más estricta del bloqueo de COVID-19 en la relación entre los ritmos sociales y biológicos, así como en el sueño durante un período de seis semanas, desde mediados de marzo hasta finales de abril, en Austria, Alemania y Suiza.
Los datos recogidos muestran que la nueva situación redujo el desajuste entre el ritmo social y biológico de sueño-vigilia, ya que la gente empezó a trabajar más desde casa y a dormir más horas regulares de un día para otro. Asimismo, las personas analizadas también durmieron unos 15 minutos más cada noche. Ahora bien, los datos autodeclarados indicaban una percepción de que la calidad del sueño había disminuido.
Por otro lado, el estudio ‘Sleep in University Students Prior to and During COVID-19 Stay-at-Home Orders’ compara el sueño de 139 estudiantes universitarios antes y durante las órdenes de quedarse en casa. En este caso, la duración del sueño nocturno aumentó unos 30 minutos durante los días entre semana y 24 minutos los fines de semana. Por lo que respecta al tiempo de sueño, también se hizo más regular de día en día y hubo menos jet lag social.
Los estudiantes se quedaron despiertos unos 50 minutos más tarde mientras estaban en casa durante la semana y unos 25 minutos más tarde los fines de semana. Llama la atención también que los estudiantes que tendían a dormir menos antes de que llegaran los efectos del COVID-19, mostraron el mayor aumento en la cantidad de sueño después de dejar de ir a las clases presenciales. Después de que entraran en vigor las órdenes de quedarse en casa, el 92% de los estudiantes consiguió las 7 horas o más de sueño recomendadas por noche, en comparación con el 84% anterior.
Estamos, por tanto, ante una buena noticia, ya que el aumento de la duración y la regularidad del sueño son cambios bienvenidos. No obstante, también estamos viendo en nuestra consulta de Jaén estos días muchos pacientes con la misma problemática de la que hablan estos estudios: la menor calidad de ese sueño.
A todos ellos les recomendamos que prueben NESA XSignal®, una máquina que utiliza la electroterapia de baja frecuencia para modular y equilibrar el sistema nervioso, lo cual deriva en múltiples beneficios para nuestro organismo. A través de la colocación de electrodos en puntos estratégicos del sistema nervioso, se produce una corriente imperceptible para el ser humano que actúa a través de las vías sensitivas de todo el sistema nervioso. Esta corriente ayuda a regular tanto las ondas Delta como las Alfa, facilitando un sueño reparador.
Por otra parte, XSignal® facilita también la repolarización celular, responsable de restaurar el equilibrio iónico y sacar al organismo del estado de fatiga y de acelerar la recuperación tras el sueño. Por tanto, resulta también adecuado para ayudar a regular los ritmos circadianos en personas que trabajan en turno de noche o que sufren jetlag tras un largo viaje.
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